Tardamos en dar el paso… me lance a mi manera…te lanzaste a la tuya, y ambos nos encontramos en medio del salto fundiéndonos en un inocente y precioso abrazo. Todavía siento tus brazos, aquellos que dejaron una leve pero bendita molestia durante un par de días alrededor de mi cintura, en mi mente rondan aun todas las confesiones que esa noche nos hicimos…

No hay comentarios:
Publicar un comentario