
Aquí estoy, escondida detrás de la frontera de tu piel, en algún lugar que estuve buscando desde otro tiempo. Abrigada y dulce, acurrucada en tu carozo escuchando el ritmo loco de tu ser.
Aquí estoy, frente al abismo como una niña por aprender a volar, entre el estar y el crecer. Embriagada, disuelta, suspendida, volátil atada resuelto a tu figura de hombre.
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