Era un día completamente nublado cuando tu mano encontró la mía de repente, y mil millones de mariposas empezaron a revolotear en mi interior desde los pies a la cabeza. Nunca supe el significado de un sentimiento tan profundo como aquel, pero lo que si sabía era como el paso del tiempo hacía que cada segundo que pronunciase tu nombre, todo se vuelva más intenso dentro mío. Como un maremoto en mi interior que nunca tenía fin, un destello de luz que provocaba sentirme libre y completa.
En cuanto pasaba el tiempo, todo aumentaba y se volvía más hermoso de lo usual y fui entendiendo que aquellas mariposas no eran para nada insignificante, se trataba de una manera nueva, distinta y única de querer, algo que nunca había entendido antes. Todo pasaba rápido y lento a la vez por lo cual me costaba entender que era lo que estaba sucediendo, pero sin más ni menos estuvimos frente a frente y nuestros labios se unieron dejándome caer en una ola de deseo e ilusión que nunca hubiera podido imaginar, te estaba amando y aún no lo podía comprender.
Todo lo que refería a nuestras vidas empezaba a cambiar, porque desde ese preciso momento una magia desconocida nos empezó a unir. Estando cada segundo un poco más cerca, terminamos descubriendo que algo maravilloso se estaba apoderando de nosotros mismos y sin querer, o tal vez queriendo, empezamos a amarnos.
Amarnos. Amarnos como solo nosotros sabemos hacerlo, desde lo más profundo de nuestro interior hasta sentir que los huesos empiezan a dolernos, amarnos aprendiendo a respirar y vivir por y con el otro porque la otra persona que se encuentra a nuestro lado nos llena, nos completa, nos hace encontrar quienes realmente somos y queremos ser por el resto de la eternidad. Amando cada una de nuestras imperfecciones que nos hacen perfectos a nuestra manera, amarnos y darnos fuerzas para seguir a pesar de todo lo bueno y lo malo, consiguiendo de esta forma la fuerza suficiente para querer cambiar todo lo malo por algo mejor y entendiendo que todo lo negativo nos convierte en seres más fuertes que se aman con locura absoluta de manera única e inigualable, esa única manera de amar que solo nosotros dos conocemos. Un amor fuerte y puro que no es fácil de matar.
Nunca supimos que nos unió ni el por que, ni entendimos completamente el sentido de aquellas mariposas en nuestro interior, solo sabemos que el amor lleno por completo nuestras vidas logrando que no seamos solo dos corazones porque desde el día de hoy, juntos somos uno solo. Y para siempre.
- Te amo.
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